martes, 2 de diciembre de 2008

Sensibilidad- ISO


















Disponer mayor sensibilidad a la luz a la hora de capturar una imagen está íntimamente ligado a la perdida de calidad de dicha imagen. Recuerda a sensibilidades bajas en película analógica, mayor definición y por tanto mayor nitidez. A medida que requieras película más sensible para trabajar en peores condiciones de luz, aumentará el grano de la imagen, creando una textura, una especie de trama sobre la que se construirá la fotografía. Las películas de sensibilidad muy baja, entre 50 y 80 ASA (American Standards Association, protocolo de calibrado de sensibilidad muy utilizado en cámaras analógicas junto al alemán DIN y similar al actual ISO), son adecuadas para trabajar en condiciones de estudio, donde puedes disponer de fuentes de iluminación que apoyen la toma. En condiciones normales, luz/día, una sensibilidad entre 100 y 200 ASA bastará para adecuarse a prácticamente todas tus necesidades. La fabricación de película de 400 ASA adecuada para trabajar en condiciones precarias de luz, ha evolucionado muchísimo consiguiendo una calidad más que aceptable. Puedes forzar las condiciones de la toma de una película (en detrimento de su nitidez) asignando en el selector ASA/DIN un rango superior (una película de 400 ASA disparada a 800 ASA) siempre tendrás que cambiar los tiempos de revelado, o notificarlo en tu laboratorio para forzar el revelado a las condiciones de la toma, y siempre deberás mantener estas condiciones de captura en todas las tomas de esa película.

El proceso que se desarrolla dentro de una cámara digital es totalmente distinto, aunque la decisión de los fabricantes de simular los protocolos de las cámaras analógicas en las nuevas prótesis digitales den la sensación de que se trata del mismo parámetro. También podemos aplicar aquí la regla de a mayor sensibilidad peor calidad de la imagen. Los CCD o CMOS de las cámaras digitales capturan la luz de manera lineal, a mayor intensidad lumínica mayor capacidad de captura. El CCD siempre actuará de la misma manera, pero el software de la cámara forzará la información capturada recurriendo a ajustes drásticos que harán perder información, produciendo “lavados” y propiciando la aparición de ruido y artefactos. Ruido son como puntitos oscuros (luma) o de color(croma) mas perceptibles en las partes oscuras de la imagen o en colores homogeneos como cielos grises. Los artefactos son de varios tipos: una especie de cuadraditos, como un mosaico creados por la compresión JPEG, o bien halos por una excesivo sharpening (abuso del filtro de enfoque).

La cámara digital sólo tiene una sensibilidad nativa, la propia del CCD que suele coincidir con la más baja que ofrece el selector ISO (International Organization for Standardization), donde conseguirá su mayor rango dinámico (la capacidad del sensor para captar la escala de diafragmas, a mayor rango dinámico la captura contendrá información más precisa en las sombras y en los blancos). Algunos fabricantes han obtenido muy buenos resultados en el procesamiento de la información para sensibilidades altas como es el caso de Canon. Pero si queremos buenos resultados y calidad de imagen, tenderemos a controlar mucho este parámetro intentando en la medida de lo posible mantenernos cercano a esa sensibilidad nativa. Para ello hemos de desactivar la opción automático del selector ISO, seremos nosotros los que decidiremos en que momento vamos a cambiar la sensibilidad. En automático la cámara recurrirá a forzarlo siempre que los ajustes por el obturador o por el diafragma no se lo permitan, haciendo tomas que podríamos ajustar de otra manera, sin perder calidad ni información.


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